¿Cómo evitar ser un infiel?
Por Carlos Vicente Torrealba
Twitter: @cartorrealba
Lo que hay que
entender es que la sexualidad humana es más que el coito
El
problema de la infidelidad no es de orgasmo más bien de lealtad, y esta trae a la
larga enorme consecuencia sobre todo con uno mismo. La clave es entender que
las conexiones emocionales que establecemos pueden ser en un gran porcentaje
una antesala para una conexión sexual. Hay dos tipos de infidelidades básicas: la
física o real y la emocional. Si la
primera es como un volcán incontrolable de consecuencias, la segunda es como un tsunami que llega a
destruir todo empezando por ti.
La infidelidad emocional ocurre cuando se permite que alguien del sexo opuesto llene necesidades que deberían ser llenadas únicamente por la pareja, creando una intimidad que puede convertirse en un apego y conexión única que termina en la cama: muy rico pero toxico.
La infidelidad emocional puede iniciar de manera inocente de ambos lados, pero tienes que tener mucho cuidado en no pisar terrenos movedizos.
Los seres humanos sabemos cuando
una persona nos atrae en un nivel físico, emocional y sexual. Para saber si
estás a punto de cruzar la línea, sólo pregúntate si a ti te gustaría que tu
pareja sintiera o hiciera lo que tú estás haciendo. Si la respuesta es no, ¡Es
momento de parar!
La
mediana edad y sus crisis
Una asidua lectora me realiza una
pregunta a través del correo: ¿Por que las mujeres de mediana edad sufrimos de
distintos tipos de crisis? Todos los seres humanos, pasamos por momentos de
crisis de distintas magnitud e intensidad. Tanto las mujeres como los hombres sufren
de la crisis de mediana edad, generalmente
en las mujeres ocurre como respuesta que han sufrido situaciones vitales
desencadenantes, pero sobre un terreno psicológico predisponente.
La crisis de medina edad no es un
destino para todas las mujeres, pero todas están expuestas a los síntomas y
signos como la depresión, trastornos de
identidad, consumo de sustancias, conductas extravagantes, hipocondría,
problemas laborales, conyugales y sexuales. Los problemas sexuales más
corrientes, que presentan las mujeres de mediana edad es la disfunción del
deseo y en segundo lugar por falta de orgasmo, mucho menos por vaginismo,
dispareunia, fobias o trastornos de la identidad sexual.
La prevención de la crisis de la mediana edad es
difícil, pero supone haber superado la posición maníaca y negadora de la
realidad que puede ser operativa en edades menores pero ya no funcionan con el
paso de los años. También supone tener resuelto el problema del temor al envejecimiento
y a la muerte y haber encontrado una filosofía existencial que permita el
balance de las aspiraciones y las posibilidades de ser como persona y como
pareja.
Nota: Para mayor
información Unidad del Estrés la
Ansiedad y las Emociones del Centro Cardiológico Integral Cel. 04249294891.
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