La Guerra de las Hormonas
por Carlos Vicente Torrealba
Dicen que entre el hombre y la mujer tan solo existe una guerra entre la oxitocina y la dopamina y quizás se tenga razón, sobretodo lo podemos notar en las parejas longevas que mientras ellas recurren a las reservas de oxitocina para sentirse satisfechas, ellos buscan ejercer la sexualidad habitualmente para controlar los niveles de dopamina.
Y es que la cuarta guerra mundial empezó pero no con bombas atómicas u otros sistemas. La cuarta guerra empezó con el entendimiento de que en la sexualidad humana cada día se libera a través del orgasmo humano más energía que la bomba de Hiroshima o la de Nagasaki
Amigos las mujeres cuenta con una hormona llamada oxitocina, que se activa mediante el tacto y es la culpable de establecer conexión con un individuo determinado. Saben que con solo agarrarle de la mano o abrazarla basta para que se sientas bien y feliz. Nosotros los hombres, por el contrario, producimos muy poca oxitocina y es lógico ya que la función original de esta hormona es establecer vínculos, por eso se origina en la mujer en grandes cantidades durante el nacimiento y la lactancia.
Lo que controla nuestro deseo sexual en los hombres no es otra cosa que ladopamina, una sustancia química encargada de incrementar el deseo sexual. Los niveles de dopamina se elevarán a lo máximo cuando la relación empieza. Pero en cuanto llega la fase tranquila que puede estar a los dos o quizás tres años, la dopamina se equilibra y baja su intensidad, de ahí que el secreto está en no caer en la rutina para que la oxitocina y la dopamina sigan teniendo niveles aceptables en nuestro organismo.
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