sábado, 14 de septiembre de 2013

El Deseo de la Mujer





Las Notas desde el Chinchorro Sutra
Por Carlos Vicente Torrealba
El Deseo de la Mujer

Un viejo amigo me llegó al consultorio algo angustiado, luego de unos minutos el hombre se calmó y surgió de lo más profundo de él la pregunta que tanto lo angustiaba: ¿Por qué mi mujer perdió el deseo de hacer el amor?

Lo interesante es saber lo que es el deseo ya que este se puede entender  como una ansiedad de carácter erótico. Un estado anímico que permite la excitación y acumulación de sensaciones agradables, pero para mi punto de vista la palabra deseo, es más que eso. Esta nos lleva por parajes afectivos en los que los caminos se funden y luego se abren y se hacen más explícitos.  Desear es pretender algo con ímpetu y fogosidad, con un enorme interés que nos lleva a su conocimiento, deleite o pertenencia.  Hay un anhelouna aspiración, una pretensión que es vivida con fuerza, como un viento impetuoso que nos envuelve nos hace sentir nuestro cuerpo y alma,  y hasta nos puede enloquecer.

 El deseo en la mayoría de los  hombres, quizás sea como un edificio de dos pisos donde en la planta baja esta el deseo y en el segundo el placer. Pero en una mujer es como un edificio de diez  pisos, donde el deseo se encuentra en el quinto piso y el placer en el décimo. De ahí que desde planta baja al quinto piso es todo un  misterio que resguarda el deseo de la sexualidad de la mujer. Este es más complejo que el del hombre y puede ser el  tan fuerte y voraz como el de nosotros, sólo que a nosotros la sociedad nos permite expresarlo de forma más abierta y con menos tabúes.

Ya sea por una cuestión social o cultural, aún existe una gran desinformación sobre cómo actúa, se desarrolla e influye el deseo sexual en las mujeres. Este no se termina,  al contrario una mujer sana mantiene invariable con el paso de los años, e incluso aumenta, lo único que pierden más rápido es el interés en sus ¡parejas!, algo que solemos los hombre confundir con la falta de libido. Todos los estudios de la biología evolutiva hasta la fecha lo señalan así.

Los interesantes estudios realizados en España por el Dr. Víctor Sambrano R. y su equipo interdisciplinario señalan que  no importa el género, la visión del sexo es suficiente. Ellos han demostrado que, independiente de su orientación sexual, las mujeres suelen excitarse al observar imagines del coito; no importando que sea hombre con hombre, mujer y hombre o mujer con mujer.

Existe algo que suele confundirse y es enamoramiento y deseo, entre las mujeres. En ambos casos los síntomas son muy parecidos: aumenta la temperatura -aunque sea subjetivamente, se incrementa el ritmo cardíaco y existe la sensación de algo en la boca del estomago como si fueran unos calambres.

La libido en la mujer es mucho más exigente que el de nosotros los hombres, quienes pueden mantener el deseo sexual hacia sus parejas durante mucho más tiempo. De esta manera se pone en duda la supuesta naturaleza monogámica que rodea a la mujer. Ya que, el deseo sexual, independientemente de la edad que se tenga, es similar para ambos sexos.

La mujer vive en una espiral mientras ella sea feliz mayor será su deseo y es que se ha comprobado que las mujeres en sus días más fértiles tienen más fantasías y por consiguiente su deseo sexual se incrementa. El placer sexual, tanto del hombre como de las mujeres, es parte de la vida no sólo biológica sino también emocional.

Y el mejor consejo que le pude dar a mi amigo fue que  los valores del ser humano en pareja son  bienes y realidades positivas que merecen un aprecio general: realidades estimables. En la filosofía clásica se hablaba de “los universales”: el bien, la verdad, la belleza, la unidad. Son cualidades esenciales que no son un medio, sino fines en sí mismos.

Mirar a nuestra pareja con amor y aspirar a un cierto ideal que es una mezcla de categorías: exquisitez, maestría, calidad humana y culminación de lo que puede llegar a dar de sí nuestra condición humana es fascinante y uno puede descubrir cualidades en el otro que estaban ocultas para nuestra mirada.

Amigos hoy asistimos a una cierta dictadura de la mediocridad: exaltación de lo vulgar, presentación hasta la saciedad de personajes vacíos y sin ningún tipo de mensaje, que luchan  contra cualquier tipo de excelencia y en consecuencia los deseos y las formas  de querer que inspiran son de una gran pobreza.

El gran comunicador y educador en nuestros países en crisis es la televisión y todo lo que toca esta se convierte en banal. El que no sabe lo que quiere no  puede ser feliz. Si utilizamos la voluntad,  y escuchamos a nuestra pareja lo iremos consiguiendo, ya que la voluntad es el verdadero poderío porque sencillamente su sombra es larguísima y sus frutos son muy ricos.

Nota: Para mayor información Unidad del Estrés la Ansiedad y las Emociones,con el Dr. Carlos Vicente Torrealba en el Centro Cardiológico Integral, Ciudad Bolívar Cel 04249294891-- 

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