Sexo salud
Por
Carlos Vicente Torrealba
Twitter:
@cartorrealba
Ten en cuenta
que una relación de pareja lo mas importante es la pareja
Todo por un
orgasmo
Si el ser humano ejercita su
cuerpo para sentirse bien, su intelecto para ser más eficiente en su trabajo,
¿Por qué no ejercitarse para alcanzar un buen orgasmo?. Los
ejercicios de Kejel constituyen una de las mejores maneras para llegar al
orgasmo. Ayudan a contraer y relajar los músculos pubcoccígeos (PC), en la
pelvis. Se pueden practicar en cualquier momento y en cualquier sitio, y son
tan sencillos que todos pueden aprenderlos.
Estos ejercicios fueron
descritos por primera vez por el doctor Arnold Kejel para solucionar los
problemas de incontinencia urinaria de sus pacientes. Existen varias maneras de
realizar los ejercicios de Kejel, pero todas se basan en contraer y relajar el
músculo PC, (también conocido como músculo del suelo pélvico) en repetidas
ocasiones, con el objetivo de incrementar su fuerza y resistencia.
El músculo PC es el principal
músculo del suelo de la pelvis. Tiene una conexión nerviosa que alcanza el
nervio pélvico, una ramificación que conecta el útero y la vejiga. La manera
más sencilla de reconocer el músculo perineal es deteniendo la micción a
intervalos. Si puedes hacerlo, incluso aunque sea parcialmente, habrás
localizado los músculos que deberás ejercitar para los ejercicios de Kejel.
Las mujeres para
identificarlos pueden sentarse con las piernas abiertas, intenta detener
la orina y vuélvela a dejar fluir sin mover las piernas. Si puedes hacerlo sin
esfuerzo, es que tienes unos músculos pélvicos fuertes. Otra forma de identificación
consiste en insertar un dedo limpio en la vagina e intentar apretarlo. Si notas
algún movimiento muscular es que has dado con él. Intenta repetirlo tantas
veces al día como puedas.
A medida que la mujer sienta que su
musculatura esté más tonificada, podrás notar que aprietas más. Al principio,
puede que estos músculos estén muy débiles y que no notes que se
contraen, pero al cabo de unos cuantos ejercicios lo notarás perfectamente.
Si tras realizar los
ejercicios notas fatiga, con dolor en la espalda o músculos abdominales, o
irritabilidad nerviosa, es un signo de que estás apretando también con los
abdominales, la espalda, los muslos o los glúteos. Intenta relajarte y contraer
solamente los músculos del suelo pélvico.
Lo interesante es que estos
ejercicios se pueden practicar durante el coito ya que el musculo PC a sido
bautizado en algunas obras como el músculo sexual por excelencia. Contraerlo
aumentará el placer que sientes y la facilidad de alcanzar un orgasmo a partir
de la estimulación tanto clitoridiana como vaginal. Cuando contraes el músculo
PC, se incrementa el flujo de sangre hacia la vagina y el perineo, lo que
aumenta la energía sexual y la lubricación. También se consigue un mayor
poder de concentración en los genitales, lo que favorece en gran medida la
consecución del orgasmo.
Cuando el deseo huye
Una joven lectora me escribe y
me pregunta ¿Por qué las mujeres pierden el deseo sexual? Particularmente
son muchas las razones y factores que puede ocurrir como
después de un embarazo, con la llegada del niño, después de una gran pelea
entre la pareja, de que se haya enterado de que su pareja la engaña o de que
ella misma haya conocido a alguien. A veces puede deberse también a
enfermedades o a tratamientos antihormonales que pueden impedir el buen
funcionamiento del cuerpo femenino.
Ahora si una mujer pierde el
deseo de manera puntual (unos días o incluso unas semanas), no resulta ser un
problema en la mayoría de los casos. Pero si ve que no siente el más mínimo
deseo y que rechaza cualquier contacto sexual, debe pedir ayuda de un
especialista con formaciones de ginecólogos psicosomáticos u orientador
sexual, es decir, ginecólogos que tienen en cuenta la relación mente-cuerpo: en
el deseo interviene también una parte psicológica y emocional aunque la parte
hormonal sea muy importante.
Las mujeres aunque no lo demuestren sufren mucho en este proceso de su
vida, pero siempre las cosas irán mejorando siempre que reconozca el problema.
Siempre la solución está más cerca de una readaptación que del tratamiento de
una enfermedad: no se trata una enfermedad tratable, es una función que
queremos modificar y que vamos a modificar poco a poco. Particularmente
conversar del tema con la pareja, es importante ya que son dos que van a la par
y podran salir bien de este momento.
Nota: Para mayor
información Dr. Carlos Vicente Torrealba, Unidad del Estrés la Ansiedad
y las Emociones del Centro Cardiológico Integral Cel.
04249294891.
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