jueves, 8 de noviembre de 2012

La Dualidad en la sexualidad


Sexo Salud
Por Carlos Vicente Torrealba
Twitter: @cartorrealba

La Dualidad en la sexualidad

Estando en el parque Ruiz Pineda un conocido sexólogo me preguntó si yo era sexólogo medico y desde luego que no,  lo que yo soy es un amante de la sexualidad  y creador de unos de los libros más vendidos en los tres años que tiene de editado por Libros El Nacional que va por su tercera edición en Venezuela con más de 200 mil ejemplares vendidos en el exterior y pirateado por más de dos docenas de editoras en el continente.

Los filósofos, amantes de la sexualidad humana y estudiosa de esta, no nos interesan el funcionamiento biológico del clítoris. Esto no quiere decir que no estudiemos como funciona,  pero más nos interesa  la relación entre la  magnitud  de un estímulo físico y la intensidad con la que este es percibido por parte del alma.

Es así como hemos aportado en diversos tópicos o temas sobre la sexualidad humana por ejemplo la dualidad sexual.  Sabemos que este mundo es dual  y dual significa dos. Dos es un par como son el hombre y la mujer que se unen en pareja. La pareja es la primera dualidad aparente como son  frío y calor, justicia e injusticia, placer y dolor, compañía y soledad, premio y castigo, amor y odio, lindo y feo, ricos y pobres, sanos y enfermos, bien y mal o la luna y el sol.

Estas dualidades son reales ¿Pero qué tan verdaderas?. Todo dependerá de nuestro discernimiento que es la palabra clave en la relación de pareja, ya que discernir entre lo real y lo ilusorio, es la mejor manera para caminar hacia la verdad.

Tanto la ilusión  como realidad y verdad es una trinidad casi sagrada,  ya que la ilusión es el primer eslabón de lo que parece ser, si profundizamos un poco mas llegamos a la realidad que es aquello que está, y si  hacemos que los lazos afectivos surjan y se entrelace  llagamos  a  la verdad que es aquello que es.

La ilusión amigos cambia constantemente. Aquello que ayer te daba placer, hoy te causa hasta molestia y hastió. La realidad puede ser modificada, y algo que está, puede dejar de estar. Mientras que la verdad no cambia nunca. La verdad es siempre la misma. La verdad carece de atributos, carece de bueno o malo. La verdad es, y como tal, no puede ser calificada, y está más allá de la dualidad.

Aquí no importa como es la estructura del clítoris,  ni el tamaño del pene.  Lo que importa es que uno se pueda sentir bien enraizado en lo terrenal y carnal,  pero al  mismo tiempo uno se sienta muy bien en el mundo de lo espiritual, con la misma fuerza en ambas direcciones;  es decir la sexualidad humana es y será mayor cuando es con el cuerpo y el alma.

La sexualidad y sus mitos que generan la Defunción Eréctil

Una de las preocupaciones de hombre es el  tamaño del pene y su rendimiento. Las mujeres para nosotros los hombre,  siempre serán un sexo por descubrir e incluso entender, especialmente en la sexualidad.

Históricamente no hemos dejado alienar por una serie de mitos y creencias los que perpetúan los pensamientos, sentimientos y conductas de hombres y mujeres y los que más tarde crean las disfunciones sexuales masculinas,  como son:

• Los hombres son máquinas de placer: la idea del hombre es la de “saciar”, dejar “a gusto” a su pareja, y ese “dejar bien” pasa inevitablemente por haber mantenido coito con un pene como un mástil y durante mucho tiempo. 

• En el sexo lo importante es el rendimiento: lo que interesa es cuánto tiempo ha conseguido estar “metiendo y sacando” sin eyacular, pues esto debe ser garantía de haber hecho lo que se esperaba de él.

• La cantidad de orgasmos indica en qué medida la relación sexual ha sido satisfactoria: ¿Cuantos más orgasmos mayor satisfacción?

• Si no hay erección no hay sexo: el pene es el director de orquesta de los encuentros eróticos, de manera que si este no está o se ausenta no hay concierto. El coito sigue siendo la base de las relaciones sexuales. Los encuentros amorosos no se perciben como completos y satisfactorios si este no ha estado presente. El placer queda reducido y vinculado a la penetración.

• Cuanto más grande sea el pene la mujer más goza. Siempre es mejor un pene grande que uno pequeño,  ya que  un hombre con pene grande es mejor amante y más viril.

• El hombre lo sabe todo sobre el sexo: en la cama al hombre se le infiere que debe dominar el arte de la adivinación y de la búsqueda del punto que hará que ella alcance el clímax.

• Los machos no fallan en la cama: el pene debe estar siempre firme, dispuesto en cualquier momento y situación o con cualquier persona.

La mayoría de las creencias sexuales de los hombres se basan en el pene, su tamaño y su rendimiento. Esto inevitablemente lleva a crear las disfunciones sexuales masculinas pero muchos olvidan que la mujer posee un cuerpo maravilloso para ser acariciado, besado, lamido y sobre todo mucha piel para ser explorada, compartida y disfrutada. El pene  hace gozar a las mujeres cuando está erecto, pero también ellas pueden disfrutarlo   aunque no lo esté. 

Las mujeres sí quieren disfrutar de su sexualidad, pero sobre todo de la intimidad, del afecto, erotismo, comunicación, acercamiento y muchas otras necesidades que van más allá del tamaño o el rendimiento de un pene.


Nota: Para mayor información Unidad del Estrés la Ansiedad y las Emociones del Centro Cardiológico Integral Cel. 04249294891. 

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