Las Notas desde
el Chinchorro Sutra
Por Carlos Vicente Torrealba
Twitter: @cartorrealba
Caminado con mi familia por el paseo
Orinoco, una de estas tarde cuando el calor invade toda nuestra ciudad y
decidimos salir de los grillos del aire acondicionado para buscar la brisa que
trae el propio río.
Nos detuvimos a contemplar el
ocaso del sol que desde el malecón parecía que el
propio río se lo fuera tragando, me puse a
pensar como perdemos momentos tan hermosos de la vida por culpa de una
crisis tan profunda que vivimos, que al parecer no posee ningún sentido.
Vivir en crisis es horrible y
sobretodo que ellas son el mayor combustible de la incertidumbre y
esta suele apagar el espíritu de la mayoría de hombres. Sabemos los amantes del
estudio del comportamiento humano que una forma de expresar el amor y la pasión
que una pareja siente entre sí con esos hermosos lazos afectivos que
tengan entre ambos es precisamente el ejercicio de la
sexualidad, pero muchas veces no elegimos
el instante o momento adecuado y debido a la propia crisis que nos afecta y de
ahí que esa unión en el juego de la sexualidad no llega a ser tan
placentero como debiera.
Ahora como
evitar esos instantes malos para disfrutar de nuestra sexualidad. Lo primero es
reconocerlos y estos suelen ser: el primero de todos es cuando la crisis te
llena de preocupaciones
o problemas.
En la Venezuela de hoy a quien no le ha pasado algún
momento que nos encontramos abarrotados de problemas por cualquier
circunstancia y realmente lo que menos se nos pasa por la mente es tener
sexo con nuestra pareja. Pero si igualmente intentamos tener relaciones a pesar
de los problemas, es muy probable que no resulten del todo bien, pues lo que
seguramente pasará es que tendremos puesta nuestra mente en los problemas y el
sexo termine siendo solo una obligación, más que algo que hacemos por placer y
amor; y amigos el sexo por obligación es una aberración que lo único que
generará es un ratón moral y frustración.
El segundo caso es después de un día agotador o de
una sobreexposición solar. Usted se imagina después de un día de playa o de
estar cogiendo sol en el campo donde al cabo de unas horas se da
cuenta que las quemaduras solares realmente duelen, sobre
todo cuando son en la espalda o en el pecho. Al tener relaciones
sexuales puede transformarse en algo muy doloroso. El solo roce con otros
objetos, personas e incluso la ropa y las sábanas puede ser extremadamente
molesto. No insista que le ponga cremita y hágase el nene tonto, de lo
contrario a menos que sea masoquista no disfrutara nada y menos su compañera.
Jamás olvidemos algo: el pez muere por la boca y la
sexualidad también. Comer gran cantidad de alimentos muy rápido y de una sola
vez por atorado, nervioso o ansioso hace que nuestro organismo se sienta pesado
y que muchas veces, el sueño nos venza. Para evitar esto al tener relaciones
sexuales, lo mejor es esperar hacer la digestión o comer poco para que
nuestro estómago no se sienta tan lleno de lo contrario puede pasar un susto,
no sea que el orgasmo lo experimente cuando la clínica y su médico le pasen la
factura.
El peor momento de todos es después de una
discusión, y no hablo solo de peleas o discusiones de
pareja, pues muchas veces la reconciliación es la mejor parte y el sexo puede
ser muy placentero, sino más bien me refiero a tener relaciones luego de
cualquier tipo de discusión. Ya sea que se trate de problemas en el trabajo,
con los vecinos o con los hijos o después de doce horas de hacer cola comprando
papel o harina pan y tu pareja crea que estabas tomando café o algo más fuerte
con los amigos.
Luego de una situación así lo más difícil es
que puedas concentrarte en acariciar a tu mujer o ella a
ti y todo termine siendo un fracaso. Es mejor esperar un
tiempo echarse un buen baño calmarte para tener
tiempo para reflexionar y meditar. Después que consiga las tranquilidad, da y
busca caricia y si llega el momento disfrútalo pero no lo busques tan solo deja
que llegue sea ese día u otro.
Nota: Para mayor información Unidad del Estrés la
Ansiedad y las Emociones. Con el Dr. Carlos Vicente Torrealba en el
Centro Cardiológico Integral Cel. 04249294891.
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