La sexualidad infinita
7 de junio de 2014 a la(s) 19:19
Las Notas desde el Chinchorro Sutra Por Carlos Vicente Torrealba
carlosvicentetorrealba@gmail.com
chinchorro-sutra.blogspot.com
Twitter: @cartorrealba
La sexualidad infinita
La sexualidad humana es tan infinita como la imaginación de los seres que se aman, este amor pude ser para toda una vida o tan solo un breve tiempo, lo interesante es que siempre será eterno y allí lo humano.
Muchos se preguntan ¿Qué es lo normal en la sexualidad humana? Para mi punto de vista en la Sexualidad Humana: ¡Todo es normal!, ya que no existe absolutamente nada que puedas desear que sea anormal desde luego que hay que dejar muy claro las personas que posean patologías especificas, pero la gran mayoría de los seres humanos conscientes de su humanidad todo aquello que le produzca deseo, siempre que se respete a sí mismo y a la persona que tenga a su lado, es sano, normalísimo y sobre todo rico.
La sexualidad es un hecho natural, necesario y además de irrenunciable, pero hay que acercarse a ella, eliminando esos sentimientos de culpa que nos inculcaron desde la primitivas escuelas. Hay que liberarse, solo hay que dejar de sentirse culpable y disfrutar con ello: entender que nuestro cuerpo es un templo, no una prisión del deseo y el placer o esa doble moral que juzga a todos y ellas por dentro desearían que los pegaran contra la pared.
Hay muchas personas que aún hoy en día creen que la sexualidad pervierte y eso es absurdo ya que ella humaniza. Muchos eunucos mentales aún posen la tesis que cuanto más sexo se practica más animal se es. La sexualidad humana no es un acto animal, yo nunca he observado a un caballo buscando el punto G; a la yegua ni a ningún primate pensativo o angustiado porque su contraparte no tiene orgasmo.
Somos seres sexuales y tenemos que entender o comprender que te guste lo que te guste, eres normal ya que vas a tener deseo sexual toda tu vida al menos que termines siendo un zombi. Somos seres sexuales para siempre, así que no te asuste hablar de sexo con tu pareja y siempre en positivo, nunca en términos negativos, porque en vez de darle el valor que tiene, lo conviertes en un problema.
Se siempre natural y acéptate como eres, ya que lo más importante: eres única(o) y sobre todo ¡déjate de tonterías con tu cuerpo! Tanto las mujeres como los hombres hoy están tan pendientes del físico que en vez de disfrutar del momento solo pensamos en nosotros mismos, cuando lo más importante es la entrega que debe ser en ambas direcciones.
Debemos aprender a tocar y a sentir. Saben amigos lectores que la palabra Tabú viene del indonesio y significa, literalmente "no tocar". Así que tienes que hacer lo contrario. Empieza por tocarte a ti mismo hasta que te conozcas tan bien que sepas guiar sin titubeos a la mujer, y después toca todo -y digo todo- de tu pareja.
Se debe tener siempre una actitud y esta debe de ser provocadora y provocativa, para así provocar a los demás, antes debes saber cómo excitarte a ti mismo.
A los lectores
Quisiera dar las gracias por la cantidad de correos que nos han mandado sobre todo pidiendo que siga con mayor regularidad esta columna. Haré todo lo posible para cumplirles, sobre todo recen para que el papel retoñe.
Una de esos correos interesantes es de una joven mujer de Ciudad Bolívar que me pregunta: ¿Si me gusta hacer el amor casi todo los días seré ninfómana? Ante todo que no te asuste que te guste el sexo porque sí. Sabes amiga las ninfómanas no existían antes, del siglo XIX, en esa época se hablaba en psicología de las ¿mujeres histéricas? y del "furor uterino". Aún seguimos arrastrando esto. Ser una mujer con el deseo sexual hiperactivo, no es estar enferma ¡sino liberada! La frecuencia sexual en los seres humanos posee distintas intensidades según la edad, las situaciones sociales, económicas y hasta políticas.
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