lunes, 27 de mayo de 2013

¿Qué es lo que nos diferencia?





Las Notas desde el Chinchorro Sutra
Por Carlos Vicente Torrealba


Nunca puede existir una disociación entre el sexo y el afecto por qué no sería un ejercicio real de la sexualidad humana

¿Qué es lo que nos diferencia? 

Estando en un café de nuestra ciudad capital, se me acercó una simpática y joven señora asidua lectora de nuestro diario y me preguntó luego de una corta pero amena conversación: ¿Qué es lo que nos diferencia (a las mujeres) de los hombres y nos ayuda a alcanzar el placer más que a ellos?

Amigas mías por más que yo lea, estudie y comparta sobre la sexualidad humana y en especial la de ustedes las mujeres,  mi experiencia siempre será A’priori porque sencillamente soy hombre y no mujer. Solo la mujer posee una experiencia y conocimiento A `posteriori de su cuerpo y de su erotismo, tan solo los hombres seremos siempre  unos simples invitados de la mujer, en algún momento como espectadores y en otros  coparticipe del placer pero siempre como invitados ya que el hombre jamás posee a la mujer, en cambio la mujer si posee al hombre.

Gracias a los años vividos, una extraordinaria abuela, espectacular madre, novias profundamente amadas, un divorcio con tres fantásticas hijas con un constante amar a la mujer,  a su cuerpo y alma,  a su esencia,  a su existir a lo que es, a lo que no es, pero quizás será, conozco algo de ellas aunque siempre quedará mucho por conocer. Pienso que hay varias verdades esenciales sobre la sexualidad femenina que toda mujer debe saber y jamás olvidar sobre todo para poder entender “la diferencia entre ellas y los hombres y que las ayuda a alcanzar el placer y el por qué de la carga tan erótica que la mujer posee y su dominio particular de la autentica verdad.

Lo primero que tanto ellas como nosotros debemos entender es que la  mujer está naturalmente capacitada para ser multiorgásmica es como un Boeing 747-400 o un Airbus A300,  mientas nosotros somos una simple avionetíca de alas   doble impulsada no por gasolina más bien  por  un pene que creemos que es el epicentro del universo.

Desde un punto de vista netamente erótico, más allá de una dialéctica machista sino funcional se puede decir que  la mujer es evidentemente superior al hombre para interrelacionarse, sentir, amar y desde luego ser multiorgásmica, un hombre debe entrenarse diariamente durante un período grande de tiempo. La mujer tiene siempre a su disposición ya que posee una  cualidad natural.  

Para que un hombre llegue a ser multiorgásmico debe de transitar un largo camino de aprendizaje siempre acompañado y ayudado por una mujer, es decir el hombre no posee esa autonomía de vuelo.

Todos los últimos estudios señalan que para la mujer es mucho más fácil alcanzar este nivel si el orgasmo se vive en cada oportunidad sin descarga “sin la eyaculación femenina”. De esta manera es más profundo, más intenso y más largo. Este es el famoso y deseado orgasmo tántrico,  que en el hombre se da después de un largo aprendizaje.

Casi todas las mujeres, especialmente las que conservan un buen nivel de vitalidad y sensualidad, está capacitada naturalmente para vivir el orgasmo sin descarga, el orgasmo prolongado y en serie. Con otras palabras, para alcanzar el nivel de mujer multiorgásmica abandonando desde luego ese mar de tabú y teniendo también un buen acompañante.

Lo que por muchos años algunos científicos negaban, los sociólogos discutían y los filósofos se empeñaban en afirmarlo es que siempre para los pensadores libres existía una relación directa entre la energía sexual, el orgasmo y nuestro desarrollo a nivel afectivo y mental. Quienes tienen conciencia de la conexión que existe entre nuestra esfera sexual y las demás, viven una vida llena de armonía, éxito y  plenitud. La verdadera sexualidad humana se da primero en la mente, en el alma y en el cuerpo.

Toda las mujeres en toda la historia de la humanidad desde Safo hasta cualquier ama de casa de nuestros días,  saben sin excepción que no hay disociación entre el sexo y el afecto, lo que aún a muchos hombres les cuestan entender y quizás aceptar, esa es la principal diferencia. 
Contestando preguntas breves

Julia me pregunta; ¿Algunas personas sufren la falta o disminución del deseo erótico,  a través de la meditación es posible modificar esta situación?

Desde luego amiga, que es muy factible aunque no es algo  mágico. Es un proceso psicofísico, donde el terapéutica o guía  debe conocer parte de la historia de la persona para aplicar las técnicas más efectivas. Con una secuencia de ejercicios y constancia es posible reactivar el deseo, también es fundamental la situación sentimental o la apertura de esta persona a la posibilidad de habilitar el encuentro con otros.

Nota: Para mayor información Unidad del Estrés la Ansiedad y las Emociones, Centro Cardiológico Integral, Ciudad Bolívar Cel 04249294891

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