Las Notas desde el Chinchorro
Sutra
Por
Carlos Vicente Torrealba
Sexo en
el trabajo una mala mezcla
Desde
niño siempre mi abuela Nina me decía que no era bueno en ciertas ocasiones
mesclar y cada día sus consejos poseen una gran validez, ya que hay mezclas que
por muy sabrosas que parezcan suelen ser sumamente toxicas y de consecuencias
no deseadas, a tal punto que nos pueden marcar e intoxicar para el resto de
nuestras vidas.
El sexo
entre estudiantes universitarios de un mismo semestre puede ser un inicio de
experiencias, a veces muy buenas otras veces sumamente pésimas. Entre
profesores y alumnos sumamente peligrosa y toxica ya que se suelen arrastrar
cadenas; pero entre compañeros de trabajo, aunque diversos estudios
señalan que está más que generalizado puede ser una verdadera bomba atómica.
Un
reciente estudio español de la secretaría del trabajo señala con alarma que la
mitad de los trabajadores han mantenido relaciones sexuales con sus compañeros,
al menos puntualmente en estos últimos años de crisis económica prolongada que
vive Europa.
Estos
estudios señalan que sólo uno de cada diez se arrepiente de su desliz sexual o
que el 80 % ha fantaseado con alguno de sus compañeros o jefes. Con pareja,
casados o solteros, el roce hace el cariño, y cuando se convive durante ocho
horas diariamente, es frecuente que este roce se acabe convirtiendo en sexo. De
ahí, que las infidelidades más comunes se cometan con compañeros de
trabajo, principalmente, en aquellos trabajos donde hay más posibilidades de
convivir y establecer relaciones.
Con mucha
preocupación se ha notado que en estos estudios la moralidad ha dejado de ser
una barrera para mantener relaciones en el trabajo. Lo curioso es que este
hecho ha perjudicado laboralmente a más de la mitad de las parejas,
ya que los despidos en plena crisis fueron precisamente a aquellos que se
le demostró que mantenían relaciones con sus compañeros y la otra mitad esta
como en espera.
El
egoísmo
Una
lectora me pregunta: ¿Tengo 2 años de noviazgo con un compañero de
clases, por qué a mi novio le gusta estar sólo después que tenemos sexo?
Quizás amiga mía, detrás de
todo esto se esconde un gran miedo al compromiso y a tomar responsabilidades
que le llevarán a posicionarlos en otros roles dentro de la sociedad, lo cual
implicaría resignar ciertas comodidades y deseos personales, de otra
forma podríamos decir que él no quiere comprometerse mucho en la relación.
Saben amigos la
pregunta de esta joven lectora da pie para estudiar una serie de
comportamientos en las relaciones actuales de pareja, como aquellas que
aunque estén juntos viven separadamente y es que en una relación siempre el
“otro” nos refleja a nosotros mismos, y quizás se esconda un miedo a ese
encuentro.
También nos podemos hacer otra
pregunta: ¿No será que cada vez los seres humanos somos más egoístas? ¿Nos
estaremos convirtiendo en sociedades extremadamente individualistas donde el
compartir y el abrirse al otro es visto como una amenaza? ¿De qué hay que
defenderse? ¿Acaso, vivir en pareja o en familia es una amenaza a nuestra
propia integridad emocional?
Al fin y al cabo, son elecciones.
Lo interesante sería que pudiéramos saber qué tipo de decisiones estamos
tomando y que reflexionemos acerca de ellas. Podríamos hablar en la actualidad
de dos tipos de soledad:
Hay una soledad que yo llamo los
zombis, esta
es una soledad por aislamiento emocional. Deriva de la ausencia de
una relación cercana e íntima con una figura de apego. La persona siente que no
tiene con quien contar, nadie lo conoce realmente y está alejada de todos.
La segunda soledad de la
sabana: esta es
por aislamiento social. Proviene de la ausencia de comunidad y la carencia
de vínculos sociales significativos en la red social. La persona experimenta
algunas emociones características: enojo, aburrimiento, irritabilidad,
vulnerabilidad. La soledad surge a partir de una sed de contactos sociales no
satisfecha.
Lo importante para destacar es
que si en algún momento nos sentimos solos es factible identificar qué nos
lleva a sentirnos así. ¿La ausencia de personas significativas en nuestra vida?
¿O que estamos aislados socialmente y en base a ello poder encontrar los
caminos para salir de la soledad? Hay personas a las que les cuesta mostrar su
soledad y la esconden, a veces, por el temor al rechazo social pero eso las
conduce a un mayor aislamiento. Otras personas escapan al sentimiento de
soledad y lo suplantan por el deseo de arreglarse solo, que los lleva a
encerrarse en una fantasía autoprotectora y omnipotente de no necesitar de
otro.
Nota: Para mayor información Unidad del
Estrés la Ansiedad y las Emociones,Dr. Carlos Vicente Torrealba Centro
Cardiológico Integral, Ciudad Bolívar Cel 04249294891
No hay comentarios:
Publicar un comentario