martes, 3 de julio de 2012


Sextremo
Por Carlos Vicente Torrealba
twitter @cartorrealba

En materia de  fantasía todo está permitido


Las Fantasías de ella

Una lectora nos pregunta: ¿Quien tiene más fantasías sexuales:  los hombres  o las mujeres? Afortunadamente ambos géneros desarrollan fantasías sexuales,  los hombres tienden a ser mas carnales y las mujeres más románticas.  Aunque en esta aldea global  por las velocidad de información y la interrelación entre culturas ha hecho que la mujer rompa los esquemas que hasta algunos años se tenían, ya el tabú en la propia intimidad casi no existe.

El mundo de la fantasía es inagotable y en el campo de la sexualidad humana puede ser infinito,  ya que la fantasías son ante todo, sueños diurnos, escenas, episodios, novelas, ficciones que las personas forjan y se narran a sí mismas en estado de vigilia  es decir despiertos. Estas suelen ser imágenes mentales que pueden contener una escena completa o sólo recortes o imágenes aisladas, y en general desarrollan y visualizan deseos no siempre insatisfechos también suelen ser  recreaciones de  situaciones estimulantes y placenteras que la persona no desearía realizar en la realidad: son fantasías y allí concentran todo el poder de la imaginación.

Las fantasías en el ser humano son producciones del psiquismo, de la mente humana, que nos permiten jugar y explorar dentro de nuestras almas y entregarnos a placeres y deseos que en la realidad nos resultarían prohibidos y depende de los procesos culturales  hasta bochornosos.

La persona que crea dicha fantasía siempre forma parte de la misma: ya sea como participante o como espectador. Las personas se permiten, a través de sus fantasías, imaginar, crear y participar de situaciones que probablemente jamás concretarían en la realidad.

En el ejercicio de la sexualidad humana es donde nace y se desarrolla en las fantasías. Esta van desde la adolescencia hasta la madurez.  Las mujeres suelen tener un mundo muy amplio de fantasías sexuales. Han sido educadas con más limitaciones y represiones sexuales que los hombres. Su actividad sexual se desarrolla en gran parte en la fantasía y su contenido es más romántico que erótico-sexual. Los hombres expresan sus impulsos y deseos sexuales con mayores libertades y permisos. Es más, socialmente se los invita a fantasear y desarrollar sus fantasías sexuales como garantía de machismo y hombría. Las mujeres, en cambio, son educadas para enamorarse y recién allí, en ese estado ideal, tendrán permiso para el sexo y  para fantasear con el ser amado.

Se suele decir que en la fantasía vale todo y las mujeres se están animando a enriquecer su vida sexual. A medida que se despojan de prejuicios y mandatos sociales y culturales, se permiten explorar en su interior creando escenas y situaciones sumamente excitantes que enriquecen y amplían sus posibilidades de dar y recibir placer sexual. Cuando este camino está permitido, se facilita su desarrollo y se descubren muchas veces zonas desconocidas en la mente humana.

Las  fantasías pueden ser privadas o compartidas con la pareja siempre en forma responsable que no se hiera a nadie. Lo bueno es que son fantasías


Los Dos Mundos

Al parecer hay dos mundos concretos: el del hombre y la mujer.  Por muchos años el mundo de la mujer era castrado sobre lo que ella deben sentir  o dejar de sentir. Lo cierto es que aún en la materia de las sensaciones  hay puntos que  no se han descubierto donde se puede intensificar  el placer de ellas.  El hombre aun le queda descifrar el por qué algunas mujeres  prefieran recibir caricias a ser penetradas.

La sexualidad masculina no es sometida a tantas preguntas como la de la mujer y quizás sea porque la calidad del orgasmo de un hombre no se cuestiona. Con la mujer, en cambio, los distintos especialistas en la sexualidad médica insisten en calificar, cuantificar, criticar y hasta proscribir lo que las mujeres sienten. Y, en tanto, las mujeres, preocupadas por demás en cumplir o adherir a lo “normal”, dejan de lado o estigmatizan sus propios ritmos, sensaciones y tiempos.

Una condición previa necesaria para iniciar cualquier actividad sexual es la excitación que aparece en una mujer cuando se siente sexualmente atraída. Los tipos de caricias suaves, ásperas, cosquilleantes, incitantes y las zonas que responden y provocan la atracción son variados y diferentes en cada mujer y en diferentes momentos de la vida.

Una de las diferencias fundamentales entre el hombre  y la mujer es que mientras el primero se excita principalmente con estímulos visuales, la mujer requiere esencialmente de los táctiles. Además, la mujer suele excitarse más lentamente que el hombre.

De allí  el porque las mujeres necesitan este período previo de excitación durante el cual se dan la mayor parte de los juegos amorosos. Para poder disponerse a gozar plenamente de las sensaciones eróticas, se debe estar seguro de no ser interrumpidos, espiados, distraídos. Las mujeres necesitan estar relajadas lo más que puedan y nosotros calmados para complacer esos tiempos.

Nota: Para mayor información Unidad del Estrés la Ansiedad y las Emociones, Centro Cardiológico Integral, Ciudad Bolívar Cel 04249294891

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