Un punto de vista
por Carlos Vicente Torrealba
Estando en una reunión de profesores de las diferentes universidades que hacen vida en nuestro estado, donde el objeto de esta era descifrar la urgente necesidad que los comités de bioética de las distintas universidades de nuestro estado funcionen y se activen, ya que muchos de los trabajos de investigación que se realizan tanto las tesis de grado, de posgrado como doctorales necesitan la aprobación de dichos comités para tener una validez internacional.
Un apasionado profesor luego de mi exposición me preguntó: ¿Qué ideología política poseía yo?. Solamente le señalé que mi ideología es la más simple: ¡Ninguna! y a la vez la más compleja ¡Todas!, ya que en filosofía la palabra ideología suele ser usada para referirse a la investigación de las ideas, donde esta investigación parte de una idea general para llegar a las sensaciones de las cuales preceden dichas ideas.
Este termino ideología fue puesto de moda por los marxistas; ellos se referían al conjunto de ideas doctrinas y creencias propias de una clases social o de una sociedad, donde el comunismo puede ser un ejemplo de ideología, como lo puede ser también el liberalismo económico llamado popularmente capitalismo.
Napoleón y sus seguidores usaban el término con un sentido peyorativo para referirse a los partidarios de la república. Hoy en día en los países de habla inglesa se usa el termino frecuentemente para indicar aquellas ideas sin ninguna eficacia y en Latinoamérica se suele utilizar para explicar aquellas ideas que expresamos, la utilizamos como propaganda pero que en la practica realizamos todo lo contrario. Por lo tanto mi ideología no está sujeta a nada aunque se alimente del nacionalismo más concreto: primero Venezuela, segundo Venezuela y siempre Venezuela. Es fácil.
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