Sextremo
Carlos Vicente Torrealba
twitter:@cartorrealba
El amor, sea como sea,
debe sacar a relucir lo mejor de nosotros mismos.
Nos arrepentimos sexualmente
Si
pudiéramos concentrar la totalidad de las cosas que
lamentamos, un alto porcentaje siempre será sobre el tema de los sentimientos y
desde luego el amor.
Quien ha
vivido y experimentado el amor no ha experimentado ese desesperado intento
porque todo vuelva a la normalidad, por volver a ese instante en el que todo
cambió. Los arrepentimientos más comunes siempre giran en torno a
nuestra vida amorosa.
Dejar ir a alguien importante, o no decirle nunca a esa persona sobre sus sentimientos siempre serán los arrepentimientos más comunes.
Tan solo con los años y la
experiencia lograda gracias a ellos podemos comprender que los
hombres y mujeres se acercan al sexo de forma diferente: los hombres por
sus condiciones físicas y evolutivas van siempre a algo puntual y las mujeres
le dan prioridad a los generales y la totalidad.
Los hombres por nuestra torpeza connatural vamos a lo concreto, el coito, y las mujeres se quedan en la previa y el post-coito. Pero esas aproximaciones a veces generan arrepentimientos porque uno y otro quisieran, por momentos, adoptar el rol del otro pero los prejuicios y tabúes pueden más que la realidad.
Las mujeres se arrepienten de
lo que hicieron mientras que nosotros de lo que dejamos de hacer. Un
pensamiento algo conservador, que relaciona que las mujeres lamentan tener sexo
con ciertas personas porque al final no se concretó nada o porque no
"merecían la pena". A los hombres nos pasa al revés.
Nosotros nos lamentamos de no haber estado con una mujer determinada o de haber
estado demasiado tiempo en una relación.
El Decir
te amo: Los hombres se arrepienten
con más frecuencia de no haber dicho te amo que las mujeres, incluso con
respecto a las mujeres que lo dijeron. Mientras ellas se arrepienten de haberlo
dicho, en algunos casos, porque ni siquiera lo sentían.
¿Cómo
estimularlas?
Amigo la mejor pregunta que un
hombre se puede hacer es: ¿Sabes Tocar? Sobretodo esos puntos que harán
que los preliminares sean mucho más excitantes y que el placer aumente en
cada momento del ejercicio de la sexualidad.
Diversos estudios han
calculado que tan solo un 18% de
los hombres afirmó conocer "perfectamente" las zonas erógenas
de su pareja, mientras que el 82% restante afirmó "tener dudas".
He aquí un pequeño mapa de las zonas erógenas que te
guiará hacia un mejor placer con tu pareja:
Cuello, nuca
y oídos. Son las
zonas erógenas por excelencia. Puedes comenzar con suaves besos desde sus
hombros, acariciando su cuello hasta llegar a las orejas. Si además le susurras
mientras la besas y acaricias, estará en su mejor momento para seguir
avanzando.
Los Pechos. La mayoría de los hombres se
atoran y van derecho a los pechos, este es muy sensible y por lo tanto debes de
acceder a ellos con sutileza para una buena respuesta hay que empezar con roces
y besos, también suele ser un punto clave de estimulación durante el
coito.
Brazos. Las extremidades superiores son muy
sensibles hay que acariciarlas besarlos igual que los pies de ellas que están
llenos de terminaciones nerviosas. Masajearlos, evitando las
cosquillas, puede ser muy placentero. Puedes utilizar aceite y dale un masaje
desde los tobillos a la planta y los dedos. Y si te animas, utiliza también la
boca que rico no?
Los Ojos de la mujer no solo son para
admirarlos aunque no son exactamente una zona erógena para estimular con el
tacto pero sí con la vista. Y de hecho, los estímulos visuales son para ellas
los más fuertes.
La Boca. Hay expertos que hablan incluso del
coito bucal. Sin llegar a tanto, la boca es nuestra mayor zona erógena.
Normalmente siempre comenzamos besando antes de una relación sexual. Pero la
boca también es tu mayor aliado para estimular sus zonas erógenas con besos,
mordiscos, lametazos, succiones y tantas cosas que se pueden hacer con la boca.
La Espalda. Es una de sus grandes zonas
erógenas, así que unos buenos preliminares pueden ser un buen masaje en la
espalda, ideal para estimularle a ella su sistema nervioso central.
Las Piernas. Otra zona que a ella le resulta muy
sexy, sobre todo el interior de los muslos, cerca de su sexo. Estimula esta
zona con caricias y besos antes de ir directamente a su entrepierna.
Nalgas y
cadera. Es una zona
muy agradecida a la estimulación. Puedes comenzar acariciando la parte
externa de sus muslos y sus caderas. Y cuando esté más excitada, masajea,
agarra y pellizca sus nalgas.
Respuesta al lector: ¿Qué es lo que más nos preocupa en la cama? Ni la eyaculación precoz, ni el orgasmo, ni la
masturbación, ni el coito anal. “La relación con la pareja” es la mayor
inquietud sexual según revelan estudios de distintas universidades.